La uva se cosecha a partir de septiembre en el valle del Duero, para pasar luego a la fase de prensado, maceración, fermentación y luego el apagado, que dota a los Oportos PORTO CRUZ de sus características organolépticas. La última etapa se interrumpe añadiendo aguardiente para que el vino conserve los azúcares naturales de la uva. A continuación, se transporta el vino «apagado» a Vila Nova de Gaia para su envejecimiento en barrica, tonel o botella en las bodegas de Gran Cruz. Estos distintos modos de crianza permiten obtener una multiplicidad de estilos y una amplia paleta aromática.